Áreas de tratamiento

Cubrimos todas las especialidades de la Urología, desde los procesos más generales como la hiperplasia benigna prostática o la litiasis (piedras) hasta los más específicos, especialmente la oncología urológica (cáncer de riñón, vejiga, próstata, pene, testículos…), la cirugía reconstructiva (estenosis de uretra, reconstrucciones vesicales…), la disfunción eréctil y la incontinencia urinaria.

Urología Oncológica

Urología Oncológica

La urología oncológica se encarga del tratamiento de los tumores malignos que afectan al aparato genital y urinario del varón, y al aparato urinario de la mujer.

Tenemos una amplísima experiencia en el manejo de tumores malignos urológicos de cualquier estirpe y origen (testículos, pene, uretra, vejiga, próstata, uréteres, retroperitoneo, riñones, pelvis-cálices, suprarrenales); los más frecuentes son los cánceres de vejiga, próstata y riñón.

En la mayoría de los pacientes, se necesita extirpar el tumor quirúrgicamente y en algunos pacientes, hay que añadir tratamientos adyuvantes como radioterapia o quimioterapia, para lo cual contamos con la colaboración de radioterapeutas y oncólogos médicos.

Siempre tratamos de hacer cirugías curativas, pero con la menor agresividad posible. Por ejemplo, la prostatectomía radical la hacemos por cirugía robótica (DaVinci) y si tenemos que extirpar la vejiga, tratamos siempre de sustituirla por una neovejiga intestinal en vez de hacer una derivación externa o interna.

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Urología Reconstructiva

Urología Reconstructiva

Hay tres causas principales de estenosis de uretra en hombres: la cirugía del hipospadias, la manipulación de la uretra por sondajes, cirugías a través de la uretra y los traumatismos uretrales por accidentes de tráfico, y laborales con maquinaria pesada. Los traumatismos con fracturas de pelvis pueden dar lugar a roturas completas o incompletas de la uretra membranosa o lesiones del segmento bulbar.

La mayoría de los urólogos, cuando se enfrentan a un estrechamiento de la uretra, suelen realizar una uretrotomía interna, que es un tratamiento paliativo más que curativo y apenas tiene un 30% de éxito. Sin embargo, nosotros dominamos la técnica de uretroplastia con colgajos o injertos y la uretroplastia término-terminal, que son mucho más eficaces, con una tasa de éxitos cercanas al 90-95%.

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Hiperplasia benigna prostática

Hiperplasia benigna prostática

Más de la mitad de los hombres mayores de 60 años tienen la próstata aumentada de tamaño. La posibilidad de tener crecimiento de esta glándula aumenta con los años. Generalmente, este crecimiento no es de características malignas y se denomina hiperplasia prostática benigna.

Es importante anotar que la hiperplasia prostática benigna no tiene síntomas importantes. Cuando el crecimiento de la glándula prostática interfiere con el flujo urinario, pueden aparecer síntomas como chorro urinario débil, sensación de vaciado vesical incompleto, dificultad para orinar, incontinencia urinaria o retención completa de orina.

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Disfunción Eréctil

Disfunción Eréctil

La Organización Mundial de la Salud define la Disfunción Eréctil como: "La incapacidad persistente o recurrente para conseguir y/o mantener una erección suficiente para tener una relación sexual satisfactoria".

Entre un 12% y un 19% de los hombres españoles de 25-70 años la padecen.

En la mayoría de los casos, se produce por una insuficiencia arterial o déficit de entrada de sangre en el pene y puede tener tratamiento farmacológico. La administración de los fármacos se puede realizar por vía oral, en comprimidos, por vía intrauretral o mediante inyección directa (vía intracavernosa). En casos resistentes a la medicación, se pueden emplear sistemas de vacío o prótesis internas de pene.

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Incontinencia Urinaria

Incontinencia Urinaria

Muchas causas pueden originar un mal control de la vejiga. La buena noticia es que existen muchos tratamientos médicos que le pueden ayudar.

La mitad de las mujeres presentan incontinencia urinaria en algún momento de su vida y en general, ellas tienen el doble de frecuencia de incontinencia que los hombres. La incontinencia no es un resultado inevitable del envejecimiento. Hay casi siempre una causa específica para que se presente este síntoma y puede ser tratada o manejada.

No hay razón por la cual la incontinencia urinaria impida a cualquier persona llevar una vida activa e incorporada a la sociedad, si se trata adecuadamente.

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